El reto
El entorno construido proporciona el escenario para todas las actividades de la vida: desde edificios que incluyen viviendas, oficinas, tiendas; a infraestructura como autobuses, trenes, automóviles; hasta los espacios abiertos y las interacciones de las personas dentro de ellos.
Con el aumento de la densidad urbana, el papel del entorno construido y su impacto en la salud y el bienestar humanos sigue creciendo. Idealmente, un edificio y su entorno circundante deberían proporcionar condiciones saludables como baja contaminación, suficiente iluminación y calefacción, agua potable y un amplio suministro de aire fresco; siendo este último uno de los factores más críticos que afectan la salud y el bienestar humanos.
Desafortunadamente, este no es siempre el caso, ya que muchas casas y edificios en todo el mundo han reemplazado la ventilación natural con sistemas mecánicos de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), debido a las malas condiciones del aire exterior, para mejorar la calidad del aire interior. Estos sistemas controlan el ambiente interior y ayudan a eliminar la humedad, los olores, el humo, el calor, el polvo, las bacterias transportadas por el aire, el CO2 y otros contaminantes.
Uno de estos contaminantes es el «material particulado» (PM), el más famoso siendo el PM2.5. Pueden permanecer en el aire durante algún tiempo dependiendo de los factores de calidad del aire y pueden penetrar profundamente en los pulmones humanos. Además, investigaciones científicas han demostrado que la cantidad de material particulado, junto con la humedad relativa y la temperatura en un espacio interior, se correlaciona con el potencial de infección transmitida por medio del aire dentro de un edificio. Afortunadamente, estos grupos selectos de parámetros normalmente son monitoreados dentro de un edificio en tiempo real. Por lo tanto, al mejorar nuestra comprensión de estos parámetros, todos tenemos el potencial de revolucionar nuestro enfoque de monitoreo y control para mejorar las condiciones de calidad ambiental interior de nuestros espacios, especialmente después de las lecciones aprendidas por cuenta de pandemia COVID-19.